El tema del establecimiento de la agenda política puede verse claramente en las campañas presidenciales actuales, entre el candidato republicano John McCain, y su contrincante demócrata Barak Obama. Es muy interesante comparar los temas de los debates recientes con los temas de elecciones pasadas. Es notorio que la economía encabeza la lista como el tema de mayor importancia.
¿Dónde ha quedado el tema de la inmigración ilegal? No se ha tocado en absoluto en los tres debates recientes, y era lo más discutido hace apenas unos años. ¿Ha dejado de haber inmigración ilegal? ¿Se ha resuelto el problema? En absoluto, sin embargo, hay muchos motivos por el cual ese tema ha pasado a segundo término.
La crisis económica de Estados Unidos es la peor desde la gran depresión, esto ha hecho que cualquier otro tema parezca pequeño en comparación. Otro de los problemas a los cuales se han enfocado los debates es la crisis energética. Así que haciendo una breve lista de lo que se ha discutido en fechas recientes, podemos encontrar:
Crisis económica.
Crisis energética y la perforación submarina.
Guerra en Irak y seguridad nacional.
Cambio climático.
La inmigración ilegal no aparece en la agenda mediática actual, toda la atención del país está situada en esos cuatro temas que afectan más y directamente al pueblo norteamericano.
Por otra parte, las elecciones también están cargadas de ciertas peculiaridades. El asunto racial, y la discusión de que si Estados Unidos está listo para un presidente negro. Además, se cita a la administración de George Bush como la peor de toda la historia de Estados Unidos. El presidente actual ni siquiera aparece en televisión, no hace comentarios ni declaraciones. Esto puede interpretarse como una ausencia para permitir el libre transcurso del proceso electoral, sin embargo resulta evidente que coincide convenientemente con la ola de críticas que vienen de todas partes del mundo.
Todos estos son factores que afectan, y se ven reflejados en la agenda particular de cada uno de los medios. Fox News hace mucho hincapié en el asunto racial y en el pasado musulmán de Barak Obama, y MSN NBC mucho énfasis en la edad de John McCain.
En México, el caso bien sabido de las elecciones del 2006 es interesante. La agenda mediática era clara: López Obrador era un peligro para México. Es fácil que todos los canales de televisión coincidan en un solo punto cuando solo dos personas son dueños del 97% de los medios.
Sin duda vivimos en un mundo mediatizado, y los estudios iniciados por McCombs y continuados por muchas otras personas son importantísimos para deshacer la maquinaria en la que estamos inscritos, y saber un poco lo que está sucediendo a nuestro alrededor, no ser solamente engranajes dentro de la maquinaria.
El marketing político en México era impensable en un país dominado totalmente por el PRI, el "partido oficial" o hegemónico que ganaba sin falta todas las elecciones. Pero la irrupción de la oposición, primero con gubernaturas, luego con la presidencia, ha creado un ambiente muy diferente. El marketing político es cada día más importante, o quizá indispensable para los actores que quieran posicionarse dentro de la política actual.
Me remitiré nuevamente al caso de Baja California, todavía único dentro de la historia política nacional. El candidato del PRI, Jorge Hank Rhon, utilizó una campaña mediática impresionante, fundada principalmente en la fortuna de Hank, basada en sus casinos y negocios.
Aunque ya había sido alcalde de la ciudad de Tijuana, Hank Rhon se había visto implicado en algunos asuntos turbios, como el asesinato del periodista Héctor Felix Miranda. Su imagen debía ser limpiada, y sin duda alguna se promocionó como el candidato ideal para el pueblo de Baja California, y se hizo a un lado cualquier acusación. Además, Hank dejó a medias su mandato en Tijuana para perseguir su candidatura, cosa ilegal por la llamada "ley antichapulín", promulgada para evitar este tipo de situaciones.
El candidato del PAN, José Guadalupe Osuna Millán, también había sido alcalde de Tijuana, pero no contaba con la fortuna de Hank Rhon para su campaña. Pronto fue sobrecogido por la avalancha de spots televisivos, entrevistas en televisión, cartelones por toda la ciudad, fiestas y regalos que comenzó a hacer el candidato del PRI.
Incluso la llamada "marea roja", cientos de personas en todo el estado, vestidas de rojo, repartiendo volantes del PRI, causaron un grandísimo impacto. La marejada de personas contratadas por Hank sobrepasaba con creces las movilizaciones ciudadanas (y voluntarias) de los Panistas. También comenzaron a llegar tarjetas prepagadas de celular a diversos domicilios, con hasta 500 pesos de tiempo aire.
La campaña sucia no se hizo esperar, y ambos partidos, desesperados por ganar el estado (se jugaban intereses muy grandes a nivel nacional) comenzaron una serie de spots ofensivos que se transmitían constantemente por los canales de televisión local. El organismo regulador del proceso electoral, el IEE, se vio sobrepasado y no pudo responder a tiempo para controlar esta campaña negra. Los topes de gastos de campaña también se sobrepasaron por mucho.
Las encuestas de opinión comenzaron dando baja popularidad a Hank Rhon, mostrando una marcada preferencia hacia Osuna Millán. Baja California desde 1989 ha tenido una marcada influencia panista, así que no era de sorprender. Sin embargo, esta tendencia pronto se comenzó a revertir.
Los spots se hicieron más sofisticados, y Hank Rhon se promovía como gobernador del cambio. Se supo posicionar muy bien. Las encuestas ya lo favorecían y la gubernatura parecía ganada. En el cierre de campaña, el candidato del PRI reunió a más de 70,000 personas.
Las elecciones llegaron, y Hank Rhon perdió por un margen considerable. Ni siquiera fueron reñidas las elecciones.
Este debe ser un caso interesante de estudio, ya que todo apuntaba hacia una victoria del PRI. Finalmente, el proceso electoral se mediatizó en exceso y se convirtió en un puro show. Algo que el pueblo de Baja California supo detectar muy bien. Quizá fue uno de los momentos más maduros, políticamente hablando, en la historia de este país.
Con las campañas electorales de Estados Unidos en un momento casi culminante, debates de candidatos y campañas mediáticas, los actores políticos son escrutados diariamente bajo la lupa de miles de analistas de todo el mundo. Desde economistas, politólogos, comunicólogos y un largo etcétera.
Sin embargo, en los debates se ha enfatizado muchísimo la atención hacia la comunicación no verbal del candidato republicano, John McCain, así como del candidato demócrata, Barack Obama. Han sido acaloradas las discusiones en la televisión, y generalmente han dejado a McCain muy mal parado con la opinión pública.
Eisenberg y Smith (1971) definen la comunicación no verbal como “mensajes sin palabras”, Mehrabian (1971) se refiere a ellos como “mensajes silenciosos” y Knapp (1972) dice que son “aquellas situaciones en las que las palabras no se escriben ni se dicen”.
Las palabras de ambos candidatos son parecidas. Expresan sus ideologías, manifiestan sus planes económicos y demás, y la mayor parte del público sabe muy bien qué esperar de los discursos. Es por eso que, pienso yo, se ha volcado la mirada al lenguaje no verbal. ¿Qué están diciendo verdaderamente estas dos personas?
Pero a medida que pasaban los minutos, la belicosidad del republicano pareció transformarse en exasperación. Incapaz de controlar sus emociones, McCain no ocultaba su deseo de pelear, con sus manos siempre en movimiento y sus ojos parpadeantes. Cada tanto asomaba una sonrisa crispada.
Según Kathleen Kendall, profesora en la Universidad de Maryland y experta en comunicación política, uno de los candidatos exhibió una actitud presidencial y el otro no. "Al observar el debate, se tenía la impresión de que Obama era el candidato que iba a ganar", sostuvo Kendall.
La comunicación no verbal abarca muchísimos aspectos de una organización, no se limita a expresiones corporales o señas. Entre las cosas que involucra están:
Gestos y posturas.
Contactos físicos.
Forma del cuerpo y apariencia.
Tono y calidad de voz.
Territorialidad.
Distancia personal.
Tiempo (puntualidad, etc.)
Diseño de edificios, habitación y asientos.
Artefactos y objetos (señales, colores, etc.).
Todos estos elementos mandan información acerca de nosotros y nuestra organización, de manera que debe ser prioridad para nosotros manejarlos bien y utilizarlos a nuestro favor, a diferencia de John McCain, que fue traicionado por todo lo que no dijo dentro del debate.
Dentro de los grandes nombres del stand-up comedy norteamericano hay uno que a la fecha elude la fácil clasificación: Andy Kaufman. Mientras que individuos como George Carlin, Jerry Seinfeld, Chris Rock y Ellen DeGeneres no tienen problema al ser colocados dentro de este género de comedia, Kaufman es visto todavía con recelo y en ocasiones no figura entre aquellos. ¿Cuál es la gran diferencia entre otros comediantes y Andy Kaufman?
Primero repasemos las convenciones básicas del stand-up. Los actos, o funciones, consisten de una persona de pie dirigiéndose directamente al público (se omite la convención teatral de la “cuarta pared”), generalmente con la ayuda de un micrófono. Las rutinas consisten de chistes, anécdotas o reflexiones humorísticas. Algunos comediantes utilizan objetos, música o trucos de magia para ampliar su show.
Dentro de estas convenciones, no tenemos dificultad de situar a Richard Pryor o Eddie Murphy, ya que las siguen al pie de la letra. El canal de televisión Comedy Central realizó una lista de los 100 mejores comediantes norteamericanos de stand-up, donde Jerry Seinfeld alcanzó el lugar #12, George Carlin el #3 y a la cabeza de la lista podemos encontrar a Richard Pryor. Los diez primeros lugares siguen las convenciones al pie de la letra y sin duda han tenido un impacto cultural enorme. Sin embargo, Andy Kaufman, un innovador del género se sitúa en el lugar #33. Dentro del programa de televisión que se hizo para presentar estos nombres, los comediantes que comentaron sobre Kaufman llegaron al consenso de que no les agradaba pero era interesante tener a alguien experimental en la lista.
Kaufman realizaba rutinas que transgredían un poco las convenciones y casi cruzaban la frontera entre el stand-up y algo que no tenía nombre. Su primera aparición en Saturday night live fue un éxito, aunque no dijo ninguna palabra. De pie frente a una cortina roja y con un fonógrafo a un lado, esperó pacientemente a que se reprodujera el tema principal de la caricatura Mighty Mouse, mientras él observaba seriamente a la audiencia y fingía cantar el coro: Here I come to save the day! En la espera, toma un vaso de agua y se limpia la boca con su manga posteriormente, consigue una carcajada al respecto.
Es difícil situar este tipo de comedia dentro del contexto del stand-up, tampoco podemos encasillarlo dentro del sketch, sin embargo es una combinación exitosa.
En otra famosa rutina, Andy actuaba como un personaje con acento extranjero siguiendo las convenciones del stand-up, pero fallando miserablemente en su intento de contar chistes o decir algo gracioso. Generalmente el público reía a manera de burla, al desconocer que todo se trataba de una actuación. Sin embargo, después de unas imitaciones lamentables, el extranjero diría que imitaría a Elvis Prestley ante un público escéptico. Finalmente, la imitación resultaría casi perfecta, de manera que el público caería en cuenta que todo había sido un engaño y el comediante no era tan inepto como había supuesto en un inicio. Estas presentaciones causaban un gran impacto.
Para proponer un último ejemplo, una rutina llamada Eating ice cream representada en un club llamado “Improv” es interesante por varios motivos. Andy Kaufman entraría en el escenario, y en el micrófono diría: “Hace diez años audicioné en el Improv frente a Bud Friedman y no lo logré, me echaron de aquí. Desde entonces me ha dado mucho apoyo y ánimos y le debo muchísimo a él. Ahora me gustaría presentarles la rutina que hizo que me echaran del Improv. No la he hecho desde entonces, aunque la he intentado en varias ocasiones y nunca ha funcionado. Me gustaría hacerla para ustedes hoy. Se llamaba “cenando” pero le cambié el nombre a “comiendo helado”.”
En el escenario hay una pequeña mesa de cafetería, con servilletero, mantel, cubiertos y sal y pimienta. Kaufman toma asiento y solicita la presencia de una mesera del club para que suba al escenario. Él le pide el menú, y después de revisarlo tediosamente pregunta: “¿Qué tienen?”. Ella parece extrañada y replica: “¿Es en serio”. Después de escuchar toda la lista de platillos, se decide por un helado de chocolate dentro de un plato sopero, para poder esparcirlo.
La mesera se retira a la cocina del club y Kaufman queda solo en el escenario, frente al público, con un silencio incómodo. Algunas risas se escuchan pero Andy actúa como si en realidad estuviera dentro de un restaurante, esperando su comida. No hay nada inherentemente cómico en su actuación. Cuando la mesera regresa con el plato, Andy Kaufman comienza a comer su helado, y posteriormente enciende una pequeña grabadora con risas y aplausos de sitcom. “Bien, eso es todo”, finaliza el comediante.
¿Es esto un sketch? Definitivamente no es un monólogo, ya que dentro de la rutina no hay ninguna palabra dirigida al público. Mi propuesta es que esto se acerca más a conceptos artísticos introducidos por Marcel Duchamp como el ready-made y el arte encontrado.
En su rutina Eating ice cream, Kaufman montó una típica escena de restaurante, sin añadir ni quitar nada, y la colocó en un contexto diferente e inesperado. Durante todo el transcurso de la rutina, se escucharon risas y hasta carcajadas ocasionales, sin embargo no era una actuación cómica. Lo que logró este efecto fueron los dos diálogos que rodeaban la rutina: El primero en donde se advertía que era una rutina pésima, y que había conseguido que lo corrieran de ese lugar, y la última que dice: “Eso fue todo”. La parte central del sandwish no es comedia, es found art.
Kaufman con frecuencia utilizaba elementos de la cultura pop infantil para utilizar en sus actos, más notablemente el títere de Howdy Doody. En el caso de la rutina de Mighty Mouse, la canción fue utilizada tal cual, mientras Kaufman solo observa al público. Aunque tampoco cabe exactamente dentro de la definición del ready-made, se acerca más a éste que al stand-up comedy.
Otra de sus rutinas famosas consistió en leer completa “El gran Gatsby” de F. Scott Fiztgerald. Es por esto que se le denominaba con frecuencia como un anti-comediante, y el afirmaba que nunca había contado un chiste en su vida.
Dentro de sus especiales de televisión, sus atrevimientos fueron todavía más radicales. Parte de la comicidad consitía en presentar el programa en desorden, fingir que la cinta se había acabado y mostrar distorsión en la pantalla, crear anuncios comerciales de productos imaginarios y decir al público que se está en corte comercial cuando en realidad se está al aire y otro tipo de artificios que rompieron las convenciones de la televisión.
Sus rutinas llegaron incluso a ser peleas a puñetazos en la televisión en vivo, sin avisar a nadie que se trataba de una actuación, para causar reacciones fuertes en la audiencia. Mientras las transgresiones inofensivas dentro del los escenarios de clubes de comedia fueron bien recibidas, las realizadas dentro de la televisión no lo fueron tanto.
Este alejarse de las convenciones y romperlas constantemente en búsqueda de efecto trajo consecuencias negativas en su carrera. Los programas de televisión no querían presentarlo debido a los rumores de sus conflictos, peleas y desapego a las reglas de los estudios. Se salió del campo, diría Bourdieu.
Sin embargo, es irónico ver como las vanguardias con el tiempo pierden filo y se convierten en convenciones también. Los recursos inventados por Andy Kaufman ahora son estándar de facto en programas cómicos como Saturday Night Live, MadTV e incluso en mexicanos como Al derecho y al derbez y XH Derbez. Esto, casi de la misma forma en que las transgresiones de Duchamp comenzaron a perder su impacto inicial.
Es interesante ver que en la película biográfica sobre Andy Kaufman, Man on the moon (1999) se comience con un artificio similar a los del comediante (anunciar el fin de la película antes de su inicio) que en esta ocasión no logró engañar a nadie.
Andy murió durante los años ochentas, a los treinta y cinco años, debido a un cáncer pulmonar y el no era fumador. Esto causó que muchos periódicos y gente del show business no creyeran que su muerte era real y que se trataba de otra de sus rutinas transgresoras. Veinte años después, hay gente que está dispuesta a creer lo mismo.
Bibliografía:
Dunn, Brad (2006). When They Were 22: 100 Famous People at the Turning Point in Their Lives. USA; Andrews McMeel Publishing.
Vizcarra, Fernando (2002). “Premisas y conceptos básicos en la sociología de Pierre Bourdieu”, en Estudios sobre las Culturas Contemporáneas, época II, Vol. VIII, número 16, diciembre de 2002. Universidad de Colima, Colima.
Foucault, Michel (1979). El orden del discurso. Tusquets. Barcelona.
Todavía recuerdo la época en donde los carteles publicitarios de los candidatos políticos mostraban una foto con rostro solemne, grave. Poco a poco fueron sonriendo, de manera que a la fecha los encontramos haciendo la más variada cantidad de gestos con las manos, brazos, y vestidos de colores llamativos. Sin duda alguna han incorporado elementos del marketing para hacer sus campañas, esto debido a la supuesta competencia que ha tenido la apertura politica en el pais.
La publicidad politica es tema caliente en estos dias. Las campañas negras parecen incontrolables y los partidos políticos la mayor parte de las veces no prestan atención a las regulaciones de los institutos electorales.
Durante la campaña de Jorge Hank Rhon para la gubernatura de Baja California, el Partido Acción Nacional y el Partido Revolucionario Institucional intercambiaron una serie de spots fuertísimos, atacando de frente y sin tapujos a la competencia, a pesar de estar prohibido por la ley estatal.
La guerra fue mediática, y fueron contratados verdaderos gurús de la asesoría de imagen. Sin embargo, nada de esto sirvió a Jorge Hank, quien perdió las elecciones después de inversiones millonarias.
El marketing no proporciona garantías de victoria, pero sin duda ofrece una ayuda que no tendrán quienes carezcan de esta herramienta.
La reciente incorporación de estas técnicas y la eterna inmadurez política de México han creado material de sobra para investigadores del campo político. Las elecciones de Yucatán, la campaña negra del 2006 y el caso de Baja California son tan solo unos casos interesantísimos que solo se pudieron dar en el México Post-PRI. Felipe Calderón se presentó con cabellera negra durante su campaña, pero al entrar como presidente, encaneció casi inmediatamente. ¿Casualidad? No, marketing.
El objetivo de este papel es mostrar la relación entre el campo político, el campo de las ciencias sociales y el campo del periodismo y los efectos que cada uno ejerce en los demás. Pero primero se necesita la definición de “campo” según Boudieu:
Un campo es un campo de fuerzas en el cual los agentes ocupan posiciones que estadísticamente determinan las posiciones que toman con respecto al campo, esto con el propósito de conservar o transformar la estructura de la relación de fuerzas que constituyen el campo. De cierta manera, es comparable con un campo de fuerzas físicas. Este concepto es una herramienta de investigación.
Boudieu postula como hipótesis que cuando un historiador se dirige a un periodista, no es el historiador quien habla, si no que es el historiador que ocupa una determinada posición dentro del campo de las ciencias sociales quien habla a un periodista ocupando una determinada posición dentro del campo periodístico. Es decir, es el campo de las ciencias sociales quien habla al campo del periodismo.
El campo que ofrece como análisis es una forma extendida de lo que ordinariamente se conoce como mundo político. El universo político, con sus instituciones (partidos), sus reglas de funcionamiento, sus agentes seleccionados de acuerdo a ciertos procesos electorales, etc., es un campo autónimo, un microcosmo incrustado en un macrocosmo social.
Tradicionalmente, los estudios que se dedican al arte, literatura, leyes, ciencia, filosofía, se dividen en dos aproximaciones: La internalista, que dice que para entender estos campos tan sólo es necesario leer los textos sin considerar el contexto. Y la externalista que dice que es imperativo analizar también el momento histórico, la nacionalidad y todo lo que rodea al texto. Para analizar el campo periodístico, es imposible comprenderlo sólo leyendo los textos, es necesaria una comprensión muchísimo, no sólo basta saber quién lo escribió, quien lo financió y quienes eran los anunciantes, hay que conceptualizar todo un microcosmos de manera que podamos comprender los efectos que la gente dentro de este microcosmos creaba en los otros.
Casi las mismas reglas se aplican al campo político. Para comprender las posiciones políticas que toma un representante, no es suficiente considerar las variables ordinarias. Y aunque parezca que el campo político es sujeto a constantes presiones y peticiones externas, a un control constante por su clientela (a través del mecanismo electoral), hoy en día es fuertemente independiente de tal demanda y más inclinado a cerrarse sobre sí mismo, a sus propios riesgos.
Existe una lógica por la cual es poder adquirido democráticamente por los representantes de un partido se concentra de cierta manera en las manos de los líderes, quienes poco a poco se aislan de su base y con el tiempo actúan como una especie de oligarquía.
Las batallas por el poder siempre se basan en el hecho de que hasta los adversarios más irreducibles aceptan un número de presuposiciones que constituyen el funcionamiento del campo. Para pelear unas con otras, las personas tienen que estar de acuerdo en sus áreas de desacuerdo.
El campo periodístico, que se hace cada vez más heterónomo, en otras palabras, sujeto a limitaciones económicas y políticas, impone cada vez más sus limitaciones a todos los demás campos, particularmente a los campos de la producción cultural como las ciencias sociales, filosofía, etc., y al campo político.
El campo periodístico está perdiendo cada vez más su autonomía. Se dirige más hacia los ratings, y estos pesan muchísimo dentro del campo. Y como el periodismo influye en los otros campos, los demás también parecen gobernarse por una mentalidad de ratings.
Comentario: Esta lectura de Bourdieu es sumamente explícita y esclarecedora. El periodismo se ha transformado enormemente en tiempos recientes, tanto por la nuevas tecnologías como la mediatización de la sociedad. La política también ha dado cambios enormes. Ambos campos tienen reglas rígidas, y poseen mucho en común: Muchas fuerzas externas determinan las situaciones internas.
En el campo político, el electorado es el que decide a sus gobernantes, de manera que un partido por sí mismo no debería tener poder. Sin embargo, vemos con frecuencia que este no es el caso, y como se afirma en la lectura, la política se cierra tanto sobre sí misma que parece una oligarquía. Es imposible que alguien fuera de un partido político, fuera del campo, pueda llegar al poder, cuando de eso se trata la democracia: el poder en manos del pueblo, quien elige libremente a su representante.
En cambio, el campo periodístico debería ser totalmente autónomo. Como su misión es informar, cualquier atadura externa podría empañar este objetivo, y es precisamente lo que sucede. En un mundo que lucha por el rating, en un mundo que necesita altos niveles de audiencia y cuyos periódicos y canales de televisión se gobiernan por empresarios y no por periodistas, el individuo dentro del campo no tiene casi ningún poder, hay demasiadas fuerzas externas que lo mantienen en su lugar. De la misma manera, el periodismo comienza a imponer sus necesidades en el resto de los campos, limitando a las ciencias sociales, filosofía y hasta a la política.
Es una conclusión interesante la de esta lectura, sobre todo situada dentro de las ciencias sociales. El ejemplo que presenta Bourdieu es brutal: Un canal de televisión le ofrecía explicar toda la situación económica del país, pero le daban tres minutos para hacerlo. Lo malo es que estaban siendo muy generosos.
Resulta de un gran interés el leer este libro de Daniel Cosío Villegas a aproximadamente treinta años de su publicación. El territorio y costumbres mexicanos siempre son temas interesantísimos, y no es ninguna sorpresa que algunas grandes obras del país se encarguen de hablar de éste. Sin embargo, treinta años son mucho tiempo, y algunas partes de este libro han quedado obsoletas.
Sin duda el segmento más valioso del libro, para mí, ha sido la excelente síntesis de la historia política mexicana desde los inicios del país hasta la formación del partido oficial. Es sumamente interesante ver la perspectiva histórica que nos proporciona esta revisión en vista del largo gobierno del PRI, y la comprensión de sus peculiares costumbres y tradiciones. No puedo dejar de pensar en los cartones de Abel Quezada que satirizaban despiadadamente a los diputados, al tapadismo, al dedazo y hasta al presidente.
Pero la perspectiva que me ofrece el vivir en el siglo XXI me da una clara ventaja sobre el autor: Sé de cierto lo que él tan solo especulaba. Los que me parecen los capítulos más débiles son las especulaciones. No viví los años setenta como para ofrecer una visión personal de la política en aquellos tiempos, y creo que el autor erró en sus visiones a futuro.
Entonces, el reinado del PRI parecía infinito, no se veía fin al sistema perfecto de dedazo y sucesión presidencial. Las cámaras estaban dominada por el PRI y el presidente era el rey.
Los ochentas comenzaron a pintar un panorama un tanto diferente. El partido oficial comenzó a perder fuerza, los graves problemas económicos del país por su mala administración causaron un sentimiento de inconformidad tal dentro de la población, que perdieron las elecciones en 1988, pero debido a una desafortunada falla técnica, la recuperaron con Carlos Salinas de Gortari. El asesinato de Luis Donaldo Colosio y la devaluación de 1994 fueron tan solo dos eventos que moldearon la vida del país de manera que para el 2000, el PAN ganaba las elecciones presidenciales, evento que Daniel Cosío Villegas no tenía forma de ver llegar.
La historia política de México después del PAN es harina de otro costal. Los partidos políticos sufrieron reconfiguraciones drásticas y los ejes de poder cambiaron de posición. El poder del presidente se ha reducido considerablemente y el dedazo ha sido fuertemente cuestionado. Se duda incluso que todavía exista como tal.
No puedo dejar de sentir que el libro “Sistema político mexicano” carece de análisis más profundos, y no puedo dejar de achacar esta sensación a la reciente lectura de Sor Juana Inés de la Cruz, o Las trampas de la fe, de Octavio Paz, en donde, en su introducción, se plantea una comprensión social de la Nueva España desde su surgimiento, hasta la época de Sor Juana, para comprender su contexto. Pero como bien plantea el autor Daniel Cosío Villegas: México no es cuna de grandes escritores políticos.
Aún así, a todos nos ha quedado claro que los problemas políticos de México no hicieron más que comenzar con la alternancia en el poder. Queda mucho camino por recorrer.
Lo siguiente fue una actividad de la materia de Psicodidáctica, en donde se nos pidió hacer una carta en base a algunos dibujos que se pusieron en el pizarrón. La transcribo aquí antes de tirar la hoja a la basura. Mis compañeros escribieron la primera frase, pero rápidamente tomé el control y desarrollé la siguiente simplona historia:
* * *
Querida hermana:
La presente me sirve para saludarte esperando que te encuentres bien. Lamentablemente, estamos pasando por una situación trágica y de la mayor importancia. Tal vez hayas escuchado acerca de esta terrible pandemia de la fiebre aviar, que resulta en la muerte del infectado en el 98% de los caos. Quizá cuando recibas esta carta sea demasiado tarde y yo ya me encuentre entre una pila de cadáveres putrefactos. Ya no me queda esperanza, pero mi hija tal vez esté a tiempo ya que todavía no se presentan los primeros síntomas.
Por desgracia, mi esposo ya falleció. Nuestros vecinos, compañerios de trabajo... Casi todos han desaparecido y los que quedan se están suicidando para evitar un sufrimiento más grande. Algunos de nosotros tenemos que comer carne humana. El sacerdote ya no se da abasto para ungir a los enfermos.
Nuestras vidas están destruidas, la única esperanza es enviarte a mi hija para que se salva. En la crisis más grande de la humanidad, lo único que nos queda es rogar al cielo que no desaparezcamos de la faz de la tierra.
El surgimiento del bien nombrado séptimo parte trajo como consecuencia cambios profundos en las sociedades de todo el mundo. Quizá algunos cambios ya se venían gestando con la aparición de la fotografía, donde, según autores como Krakauer, el ser humano tomó conciencia de su propia realidad. Como heredero directo de la fotografía, el cine debería cumplir una función similar.
La pintura pasó por cierta crisis con el advenimiento de avances como el daguerrotipo. Los retratos repentinamente fueron más exactos y veloces, capturaban la realidad tal cual, sin necesidad de pintor ni interpretación. En vez de desaparecer, la pintura buscó sus propios medios expresivos, aquellas características que la hacen única, y no es de extrañar el surgimiento de corrientes como el surrealismo y el expresionismo.
Es mi opinión que aquellos primeros intentos de hacer un espectáculo con imágenes en movimiento de hechos cotidianos lograron transformar en algo ridículo todo aquel género conocido como ópera, con toda su artificio. ¿Dónde se pueden encontrar, en la realidad, personas que hablen cantando en rima y con una métrica impecable? Con todo su rebuscamiento y falsedad, la ópera no pudo adaptarse y desapareció. El teatro, en cambio, también dejó sus pretensiones de retratar la realidad y tomó otros rumbos.
Sin embargo, el papel del cine como fotografía en movimiento duró poco, al descubrirse las potencialidades narrativas y simbólicas de la ediciópn, que también dotaron de características propias e irrepetibles a este nuevo medio.
Finalmente, ¿qué era este medio? ¿Una forma de retratar la realidad? ¿Un espectáculo de feria? No tardaron en surgir las voces que lo declaraban como un arte, tratando de definir bien el lenguaje, su forma, y capacidades expresivas.
Al mismo tiempo, la masificación del cine como industria del entretenimiento se dio a pasos agigantados. Hollywood hizo su aparición, con toda la parafernalia asociada al respecto. Surgieron las primeras estrellas de cine, y su estatus de celebridad no se ha perdido hasta la fecha. Orson Welles, en una entrevista tardía, afirmó que durante el siglo XIX, la mayor proyección artística se obtenía al ser cantante de ópera, pero que a principios del siglo XX este lugar fue cedido a las estrellas de cine (una vez más ha cambiado este paradigma, según Welles, y dice que ahora es mejor ser cantante de pop).
Pero la industria del cine nos habla de la importancia que adquirió el medio y el deseo de la gente por ver más de este. De un lado está la ópera, la radio, la pintura, el teatro. Al cine las masas acuden todavía en tropel y la magia de esas sombras en la pantalla ha hipnotizado a la sociedad desde su mágica aparición.
Es interesante escribir un ensayo acerca de lo que me hace feliz cuando llevo semanas pensando acerca del tema e incluso investigando casualmente o escuchando diversas opiniones. Hay tantas cuestiones filosóficas involucradas: ¿Es mejor estar vivo que estar muerto? ¿Cómo podemos medir nuestro grado de bienestar o felicidad?
No puedo evitar pensar en el tan recurrido final de cuento de hadas, o de telenovela de Televisa, en donde la palabra FIN aparece flotando sobre la pareja que se besa, ya sea en el altar o después de la resolución de un desagradable conflicto. Pareciera que su felicidad es sido un estado que se alcanza para no abandonarse nunca, para continuar indefinidamente. “Y fueron felices para siempre...” Parece que no fueran separados por la muerte y pasarán la eternidad juntos en el mismo éxtasis de aquel beso. Resulta irónico que esa parte de la historia no valga la pena ser contada.
¿Es la felicidad un estado permanente? ¿Qué se necesita para considerar que hemos llevado una “vida feliz”? Quizá sea la suma de todos los momentos felices, a la cual le restamos los momentos infelices y si el resultado es positivo, consideramos que nos fue bastante bien. Es una visión parecida a la de los hedonistas, en donde la felicidad es igual a placer, menos sufrimiento.
Pero quizá la visión hedonista pase por alto muchos otros logros que no tienen tanto que ver con el placer físico. En cierto experimento, se conectó un pequeño interruptor al centro de placer del cerebro de una rata, de manera que accionando una palanca, el roedor gozaría una una descarga inmediata de placer. Una vez que aprende a hacerlo, no suelta el dispositivo, de manera que muere de hambre y de sed, el resto de su vida se la pasa accionando la palanca.
Yo pienso que, aunque se hiciera lo mismo con un ser humano, nosotros no nos dejamos engañar tan fácil por ese tipo de cosas. Como seres racionales, tenemos la capacidad de mirar las cosas en perspectiva, o desde afuera, de manera que podremos cuestionarnos y quizá pensar: “Este placer ha sido idéntico durante una semana... Y quizá la próxima semana será igual”. Tal vez nos demos cuenta de lo vacío de esa vida.
Para explicar más aquel punto, puedo decir que a mi me gusta mucho la comida china. Cada vez que la como, siento un placer enorme, sobre todo con el pollo con piña. Si desayunara, comiera y cenara comida china, sería algo muy bueno. Pero si esto se prolongara durante toda una semana, sin duda las cualidades placenteras disminuirían, y si esto se prolongara durante toda mi vida, la comida china se transformaría en una especie de infierno personal, de manera que un placer prolongado durante toda la vida no necesariamente es algo deseable, si no todo lo contrario.
Pero, a final de cuentas, ¿qué es lo que me hace feliz? ¿Qué satisface mis deseos de autorealización y placer personal? La respuesta sencilla podría ser: “Hacer lo que me gusta” , pero, de nueva cuenta, debo definir qué es lo que me gusta, y me topo de nueva cuenta con un atolladero.
Pero la clave podría estar precisamente en seguir mi voluntad propia, y en medida de lo posible no ser sujeto de las voluntades externas, seguir mis deseos personales y sueños propios. Psicológicamente se podría dar una buena explicación de porqué me preocupa tanto esto, pero me la reservo. ¿Conseguiré algún día satisfacer totalmente esta necesidad y alcanzar ese estado de felicidad telenovelesco? Lo dudo.
La vida está llena de problemas que nos angustian, de cosas que nos ponen los pelos de punta, pero quizá como en una estructura dramática, todos esos momentos son necesarios para poder disfrutar de los logros y las pausas placenteras. Quizá la felicidad consista en una muy buena combinación de desgracias y fortunas. Incluso con una balanza más cargada hacia el lado de las desgracias.
Un muy reciente estudio del profesor Francisco Mora, catedrático y director del Departamento de Fisiología Humana de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, afirma que el cerebro humano no está diseñado para la felicidad. El objetivo de este maravilloso órgano es ayudar a la sobrevivencia del individuo, y por tanto de la especie. La felicidad no es un requisito.
Miguel Ángel Lozano (BadBit) http://badbit.blogspot.com el.badbit@gmail.com Creative Commons 2008
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MIGUEL (V.O.) ¿Te has dado cuenta de que todos los cortos que se producen en la facultad de ciencias humanas se graban en la facultad de ciencias humanas?
FADE IN
EXT. FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS - DÍA
CARLOS, pensativo.
CARLOS Oye, de veras. No me había puesto a pensar en eso. ¡Qué pendejada!
MIGUEL y CARLOS comienzan a caminar.
MIGUEL Ya sé, como si aquí pasara algo. Me cuesta mucho trabajo pensar en otros tres lugares más aburridos que éste. Pero ni modo... Queríamos ser comunicólogos, ¿no? Ni pedo.
CARLOS En vez de comunicólogo, me estoy convirtiendo en una vil larva por el aburrimiento, güey.
Se sientan en una banca cercana.
MIGUEL Yo también. No sé... Necesitamos hacer algo para divertirnos, para salir de este méndigo adormecimiento. Tengo los sentidos entumidos, neta. La comida no me sabe, nada me emociona, todo me parece convencional... Necesito algo que me active, una cachetada... No sé, ¡algo! Estoy al borde del colapso por aburrimiento.
CARLOS ¿Qué hacemos? ¿Me pongo a correr bichi o qué? Un poco más de esta vida y me vuelvo loco.
Ambos guardan silencio durante unos segundos, sin hacer ni decir nada, contemplando la nada con la boca abierta.
MIGUEL ¿Y si hacemos un corto?
CARLOS No mames, cabrón. Está muy difícil. ¿De qué lo vamos a hacer? ¿Quién lo va a escribir? ¿Quienes van a ser los actores? No, güey, olvídate de eso. Ni amigos tenemos.
MIGUEL Está fácil: Yo lo escribo. No tiene que ser una película de Kubrick. Sólo para agarrar cura. Pongo diálogos llenos de pendejadas, nosotros lo actuamos y lo grabamos en la facultad, como todos los demás cortometrajes mediocres. Nos van a criticar mucho, algunos a lo mejor se enojan. La verdad que me hace falta algo así, medio emocionante, no sé.
CARLOS No cuentes conmigo, güey. Me da mucha hueva. Además, ¿con qué tiempo?
MIGUEL ¡Tú ni trabajas, mamón!
CARLOS Pero tengo jaina que es un trabajo de tiempo completo. Ya voy a cumplir mesaversario con ella. Un año seis meses la próxima semana, y no tengo ni un quinto. No sé cómo le voy a hacer para llevarla a comer, mínimo.
MIGUEL ¿Y eso no te da hueva? A mí sí, nomás de escucharte. (pausa) Me recordaste que yo no tengo novia desde hace cuatro años. (llevándose las manos al rostro) No sé si reir o llorar.
CARLOS enciende un cigarrillo.
CARLOS Eso te pasa por leer a filósofos.
EXT. FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS - DÍA
OCTAVIO, profesor de filosofía, sale de la biblioteca de la facultad cargando carpetas y libros bajo el brazo. REYNA, joven, alegre y desenfadada, se aproxima corriendo hacia él.
REYNA ¡Profe, profe!
OCTAVIO ¿Qué pasó, muchacha?
REYNA Quería ver si ya pasó calificaciones, es que no estoy segura, a lo mejor reprobé. Pero es que tuve que faltar mucho, mi mamá se enfermó y...
OCTAVIO (tratando de recordar) ¿Tú eres...?
REYNA Castillo.
OCTAVIO Ah, sí... No recordaba tu apellido pero tengo muy grabado tu rostro. ¿Qué pasó? Casi no te miré por las clases.
REYNA Ya le dije, profe. Tuve que faltar porque se enfermó mi mamá, y luego me quedé sin carro. ¡Un desastre que para qué le cuento! Pero sí hice todas las tareas, hacía todas lecturas, eso de Heidegger, y este... ¿cómo se llama? Nit... Nit...
OCTAVIO ¿Friederich Nietzsche?
REYNA Ese mero. ¡Pregúnteme lo que quiera y le puedo responder!
OCTAVIO Mira, muchacha. El reglamento de la universidad dice claramente que debes tener el ochenta por ciento de asistencias para aprobar el curso, y rara vez te apareciste en el salón. No puedo aprobarte.
REYNA ¡No haga eso! ¡Un examen, lo que sea! ¡Dígame qué hago para pasar!
OCTAVIO (fríamente) Lo siento mucho.
REYNA (con manos juntas) ¡No sea malito profe!
El profesor OCTAVIO contempla el rostro y los ruegos de su alumna y ablanda un poco su rostro.
OCTAVIO Bueno... ¿Has leído a Epicuro de Samos?
REYNA A lo mejor esa fue una de las clases en que falté.
OCTAVIO No, no, no. Nunca lo vimos, pero es interesantísimo.
OCTAVIO coloca su mano sobre el hombro de REYNA, y aprieta gentilmente.
OCTAVIO (CONT'D) (citando) "Todo placer es un bien en medida que tiene por compañera a la naturaleza."
REYNA (en shock) ¿Qué?
OCTAVIO Te lo dejo de tarea.
OCTAVIO se aleja caminando y silbando tranquilamente, mientras REYNA continúa inmóvil, abrazada de sus libros, en medio del pasillo, observando el infinito a través del suelo.
EXT. FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS - DÍA
Dos HIPSTERS de sombrero, lentes de pasta y bufanda en verano se encuentran discutiendo tirados en el pasto de la facultad.
HIPSTER #1 (con acento chilango y sabelotodo) Los medios masivos son los depredadores de conciencias de nuestros tiempos. Televisa es el peor enemigo de nuestro pueblo. El día en que este país se levante, los opresores van a temblar de miedo. Por eso voy a hacer un corto, ¿ya te había dicho?
El otro HIPSTER asiente desinteresadamente con la cabeza, mientras fuma. No sabemos la expresión de sus ojos debido a sus lentes oscuros.
EXT. CAFETERÍA - DÍA
REYNA llega pensativa al exterior de la cafetería, y se sienta junto a MIGUEL y CARLOS, éste último comiendo una bolsa de Tostitos con chile.
MIGUEL ¿Qué traes, Reyna? Te miras como zombie.
REYNA observa hacia el infinito, y no reacciona ante las palabras de MIGUEL. Sin cambiar de expresión estira el brazo y le arrebata la bolsa de papitas a CARLOS, toma unas y se las echa a la boca para masticar sin parpadear.
CARLOS (sarcástico) ¿De qué privilegios gozas?
MIGUEL (a REYNA) ¿Qué te pasa? ¿Qué traes?
REYNA El profesor Octavio me tiró los perros.
CARLOS ¿Quién es el profesor Octavio y porqué tiene gustos tan culeros?
REYNA ¡Cállate! Es en serio. Es mi profesor de filosofía y está a punto de reprobarme. Ya con esa materia me dan de baja de la universidad. Hace rato me insinuó que... bueno, al menos eso le entendí, que nos podíamos "arreglar de otro modo".
CARLOS ¡Qué filosófico!
MIGUEL (a CARLOS) Tú cállate, no puedes opinar, tienes novia.
CARLOS acepta la triste realidad y cierra la boca.
MIGUEL (a REYNA) ¡No mames! ¿A poco te dijo eso el pinche viejo cochino?
REYNA Y yo que siempre lo tuve en otro concepto.
MIGUEL interroga con la mirada a REYNA.
REYNA (respondiendo) ¡Yo pensaba que era gay!
MIGUEL ¿Y qué vas a hacer?
REYNA Pues... Quiero terminar la carrera. Además, el profesor no está tan tirado a la basura.
MIGUEL (pasmado) ¿Estás considerando seriamente eso?
REYNA hace un gesto que dice "quizá sí", pero su indesición es evidente.
MIGUEL (indignado) ¿Por qué chingados todas las mujeres quieren pedo con los maestros y a mi me dejan solo y abandonado? ¡No es justo!
CARLOS Eso es filosofía.
MIGUEL Tú cállate, no puedes opinar, tienes novia.
REYNA continúa mirando hacia el infinito, las voces de sus compañeros se hacen cada vez más lejanas, convirtiéndose en un eco difuso en el torbellino de sus problemas.
EXT. FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS - DÍA
HÉCTOR, el loco de la facultad, se encuentra muerto de la risa en medio de la explanada. Prosigue su hobby de molestar gente que vaya pasando.
HÉCTOR (gritando a alguien que va pasando) ¡Ai' te encargo, güero!
Muere de la risa tras decirlo. Tres jovencitas se aproximan y HÉCTOR las intercepta.
HÉCTOR (cantando) ¿Y dónde te agarró el temblor?
MIGUEL, desde lo lejos, observa las carcajadas sin sentido del loco. Sacude la cabeza desaprobatoriamente. Se hunde más en sus depresiones personales de sensación de rechazo e inadaptación.
SAGRARIO, de lejos, observa a MIGUEL tímidamente, cargando sus libros y mochila. Titubea un poco, pero se decide a aproximarse a él.
SAGRARIO ¿Cómo estás?
MIGUEL despierta de su trance hipnótico, y mira indiferentemente a SAGRARIO.
MIGUEL Ah, bien... Estoy viendo las pendejadas de aquel güey. Hasta eso que es entretenido.
HÉCTOR sigue hostigando gente. Guardan un momento de silencio en donde SAGRARIO no se anima a hablar.
SAGRARIO Oye... ¿Hiciste la tarea de Deontología?
MIGUEL No.
SAGRARIO Es que fíjate, no le entiendo nada. ¿Me puedes ayudar?
MIGUEL (indiferente) ¿Eh...? Voy a estar ocupado toda esta semana, no creo poder.
SAGRARIO ¿Y la que viene?
MIGUEL
La tarea es para mañana.
SAGRARIO Si, pero no sé, quería ver si me puedes explicar. Siento que te entenderé más que a la profesora... Digo, si quieres. Si no quieres, pues no...
MIGUEL (a alguien que va pasando) ¡Alberto, espérame!
MIGUEL se levanta sin decir nada más, y corre hacia la otra persona. SAGRARIO baja la mirada, triste, se lleva las manos al rostro y da una ligera patada al suelo. HÉCTOR continúa muriendo de la risa a lo lejos.
M.O.S. MONTAJE
Comienza música "Invitation" de Philip Glass.
1) CARLOS se acerca a su novia, y al intentarle darle un beso, ésta lo golpea son su bolsa por algún motivo desconocido, yactúa indignada. HÉCTOR comienza a hostigar a la novia de CARLOS, quien parece a punto de llorar.
2) Más HIPSTERS intercalan ideas para cortos y novelas en el pasto de la facultad de ciencias humanas.
3) El profesor OCTAVIO pasa justo a un lado de REYNA sin siquiera verla ni dirigirle la mirada.
4) SAGRARIO intenta varias aproximaciones a MIGUEL, con el mismo éxito de antes. Dentro de su automóvil, recoge a su hija de la escuela. Cuando llega a su casa, golpea el volante de su automóvil con la frente con frustración.
5) MIGUEL leyendo libros filosóficos sentado en la acera de las sucias calles del centro de la ciudad. Una pareja bien vestida pasa caminando y lo empujan sin querer.
6) REYNA pensativa, en su casa, todavía en shock. Mira la televisión, hojea revistas sin poder concentrarse.
7) CARLOS, en alguna calle de la ciudad, discute acaloradamente con su novia, con grandes aspavientos. Ella responde con los brazos cruzados y gritando. CARLOS hace un gesto de "esto se acabó", y ambos se alejan todavía gritándose. Ella levanta la mano para pedir un taxi.
8) MIGUEL y REYNA, dentro de la facultad, discuten algo tranquilamente. MIGUEL expresa desaprobación, pero REYNA encoge los hombros y se aleja caminando.
EXT. FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS - DÍA
M.O.S. REYNA se aproxima con los hombros caídos y arrastrando los pies hacia la biblioteca de la facultad. Después de caminar un poco levanta la vista, y a lo lejos encuentra al profesor OCTAVIO hablando con una alumna y colocando la mano sobre su hombro.
REYNA se detiene, nuevamente en shock. Observa a lo lejos, y se aleja caminando. Deposita sus libros y cuadernos en un bote de basura.
INT. CAFETERÍA - DÍA
La soledad del lugar revela que es sábado, con pocos alumnos. MIGUEL entra, se sienta en una de las mesas desocupadas solo. Atrás de él hay unos HIPSTERS discutiendo.
HIPSTER #2 ¿Vas a ir a Coachella?
MIGUEL hace un gesto de desesperación y saca uno de sus libros.
SAGRARIO entra cargando una hoja doblada, posa su vista sobre MIGUEL. Aspira hondo. Se dirige hacia él y le entrega el papel, se aleja rápidamente.
MIGUEL abre la hoja y encuentra un gran corazón rojo y un número de teléfono.
SAGRARIO, quien ya se encuentra casi saliendo de la cafetería, echa un vistazo atrás y se encuentra con la mirada de MIGUEL, ambos se sonríen.
EXT. CAFETERÍA - DÍA
REYNA y CARLOS, aplastados en la misma banca donde antes discutían comiendo Tostitos. Se mantienen en silencio, ambos con expresiones graves.
HÉCTOR (O.S.) (gritando) ¡Ai' les encargo güeros!
Los muchachos pegan un brinco del susto.
CARLOS Mira, generalmente nos das risa, nos diviertes, pero ahorita definitivamente no estamos de humor. A ella la van a correr de la uni por no cogerse a un maestro y a mí me cortó la novia por ser un pobre diablo.
HÉCTOR rechaza las palabras de CARLOS con un manotazo.
HÉCTOR Los hombres graves y melancólicos se sienten más ligeros y se elevan durante un tiempo a su propia superficie con lo mismo que a los demás les hace ponerse graves: El odio y el amor.
Los jóvenes se miran entre sí perplejos.
HÉCTOR (CONT'D) ¡Ai' les encargo güeros!
El loco se aleja alegremente para hostigar a otras personas.
A lo lejos, los jóvenes observan a MIGUEL y SAGRARIO, quienes caminan felices y platicando tomados de la mano. Ambos reconocen a los muchachos y saludan con la mano. CARLOS y REYNA contestan confundidos, y de nueva cuenta se miran entre sí sin saber qué decir.
(Quizá este sea un ensayo tendencioso, malogrado y poseedor de opiniones obtenidas de lecturas superficiales debido a la prisa con la que fue escrito, pero quiero creer que posee alguna información digna de ser publicada en este lugar.)
Michel Foucault, en su libro Vigilar y Castigar, afirma que la institución de la escuela desciende directamente de sistemas represores y punitivos como la cárcel. Sistemas en donde se busca la creación de entes dóciles mediante la vigilancia constante y el control, cualquier actitud o conducta que se aleje de los estándares grupales debe ser castigada y redireccionada mediante sanciones y formas sutiles de tortura. La didáctica tradicional posee la mayoría de estas ideologías.
El maestro se posa al frente, y todos los alumnos lo observan. La superioridad del maestro se marca desde la misma elección de los nombres de los roles del salón de clases: Maestro, el superior, el supremo. Alumno, el no-iluminado, sin la luz del conocimiento, el ignorante. La disposición física de los salones de esta época seguía remarcando estos aspectos, los anfiteatros precisamente se utilizan para este propósito.
Increíblemente, la didáctica tradicional sigue en vigor con mucha fuerza en diversas escuelas alrededor del mundo, notablemente en universidades de mucha tradición en Estados Unidos, como Yale. El alumno es un ser anónimo, perdido entre la oscuridad del auditorio, casi sin voz y definitivamente sin voto alguno.
Pero el mayor crimen es utilizar este sistema en escuelas primarias, o aún más nefasto, en preescolares. Militarizar a los niños es sinónimo de aplastar sus espíritus y curiosidad nata. La didáctica tradicional emprende una desmantelación de la voluntad del individuo que es tan eficaz que se transforma en un promotor incansable de las voluntades ajenas, y hasta contrapuestas con sus intereses personales.
Este método efectivísimo ha logrado crear personas-engranes que salen de la escuela para cumplir un rol sumiso dentro de la sociedad represora y mediocre en donde operan.
El avance de la urbanización del los países de primer mundo, y de nuestro propio México, trajo como consecuencia necesidades distintas. La revolución industrial se había consolidado como un verdadero triunfo innegable e irreversible, que requería personas capacidades para tareas acordes a los métodos de producción que hacían girar el motor económico social. De este set de condiciones surgió la tecnología educativa, basada en objetivos, en logros tangibles, útiles y redituables para la sociedad.
Aunque en esencia incluye muchísima influencia de la didáctica tradicional, quizá podamos considerar este método como un avance debido a que ya se considera al estudiante como un constructor de su propio conocimiento, y no meramente un receptor pasivo de ideologías y contenidos teóricos. Aunque de nueva cuenta, el individuo sale de la escuela-simulacro con un rol específico a cumplir dentro de la sociedad.
Este sistema, al igual que la didáctica tradicional, existe todavía y tiene mucho seguimiento en sistemas como el de Colegio de Bachilleres, donde la educación se basa en objetivos específicos, adquiribles mediante simulacros de representación de la realidad y evaluados mediante exámenes y logros.
Una corriente que a mí en especial me agrada, y quizá sea evidente desde el planteamiento mismo de este ensayo, es la didáctica crítica, la cual basa la educación en la generación de una actitud crítica y analítica de absolutamente todo. Inclusive de la misma institución que la grea. Grandes exponentes de esta corriente son Paulo Freire y Celestin Freinet, éste último notable por enfocar la didáctica al individuo, aunque realizando actividades grupales, otorgando total libertad al estudiante, sobre todo niños.
En lo particular, no me ha tocado observar alguna escuela que siga al pie de la letra esta corriente. La mayor parte de las escuelas obligan a los estudiantes a usar uniforme (esto pueda interpretarse como una señal de que se pretende obtener individuos estandarizados). El humano realmente crítico es una amenaza para las bases mismas de una nación, sobre todo alguna donde impulsa símbolos sagrados e inviolables que deben ser venerados irracionalmente.
La psicodidáctica, con todos sus avances, ostenta una postura menos radical, pero ofrece un abanico más amplio de factores a considerar durante el aprendizaje y formación del estudiante. También evalúa de manera más completa su desarrollo y su enfoque es totalmente humanista.
Sin duda, el mayor atractivo que me ofrece este tipo de didáctica es el intento de corresponder plenamente al mundo real. Aunque este paradigma de escuela-simulación ya se había roto con la didáctica crítica, la psicodidáctica ofrece una acercamiento todavía mayor a la realidad. Las escuelas tradicionales generalmente poseen un mundo aparte, y cuando el alumno sale de ellas, debe reaprender y utilizar las técnicas de aprendizaje que la psicodidáctica ofrece desde el principio.
Es absurdo pensar en un mundo con Internet, computadoras, interactividad y realidades virtuales que posea escuelas tradicionales. Sin embargo proliferan y son impuestas por el estado. Los alumnos, de uniforme, se sientan ordenadamente en sus pupitres para que el profesor hable. El oleaje de las nuevas corrientes educativas (que ya no son tan nuevas) apenas comienzan a humedecer las playas escolares. La burocracia ha enterrado el progreso en nuestro México, mientras continúe el mismo sistema mediocre, creo que no podemos esperar otra cosa más que mediocridad.
Al que yo pienso como el asesino de la ópera, el cine, desarrolló un lenguaje que, según Kracauer, es descendiente directo de la fotografía, y por lo tanto resulta totalmente comprensible que en sus inicios, los hermanos Lumière intentaran plasmar la realidad mediante su novedoso invento llamado “cinematógrafo”. La primera película en la cual se cobró entrada, Sortie des Usines Lumière à Lyon (1895), muestra por menos de un minuto la salida de los trabajadores de una fábrica en Francia. La cámara permanece estática, y captura los movimientos que ocurren delante de ella para después proyectarlos a un público asombrado. La imagen se encuentra enmarcada de la misma forma en que una fotografía lo está, y se utilizaron similares reglas de composición. Se trata pues, tan solo de una fotografía con movimiento.
El cine hubiera continuado por este camino de “atracción circense” de no haberse desarrollado alguna especie de lenguaje que comunique información de maneras propias y únicas para el medio. La novedad de las imágenes en movimiento pasa rápido, pronto surgió la necesidad de construir algo más complejo encima de eso. Quizá uno de los primeros intentos provino también de los hermanos Lumière, con uno de sus filmes posteriores: L'Arroseur Arrosé (1985).
El corto resultó innovador por varios motivos: Fue el primero en describir una historia ficticia, acontecimientos que fueron planeados y ensayados exclusivamente para ser grabados con una cámara cinematográfica. Por otra parte, podemos distinguir “personajes” muy bien definidos, quienes juegan un rol dentro de la primitiva trama cómica. Convenciones seguramente imitadas del teatro. Además, esta película tiene la distinción de ser la primera en poseer su propio cartel publicitario:
Los hermanos Lumière no fueron capaces de predecir el rumbo del nuevo formato que establecieron, ni lograron ver las potencialidades narrativas que no escaparon al ojo de George Mélliès, un mago y director de cine contempráneo de los primeros.
En su película más notable, A voyage dans la lune (1902), utiliza una técnica narrativa un tanto diferente: La cámara sigue fija, pero graba actores disfrazados quienes actúan como si la pantalla del cine fuera un escenario teatral. Cuando trasncurre cierta escena, se “corta” a otra escena. Es decir, se corta el negativo, y se pega junto con una escena posterior, de manera que parece que el cambio de escenario es instantáneo. Además, múltiples efectos especiales fueron utilizados, como el recién descubierto “fade”, doble exposición y cortes contínuos. Muchas de estas tradiciones pueden encontrarse también en el teatro y la magia. Para complementar, Mélliès escribió una narración que sería leída mientras la película era proyectada, debido a la carencia de diálogo. Al final de cuentas, la intención del director era crear una especie de “obra de teatro” a proyectarse con el cinematógrafo. Cabe destacar que esta película constituye uno de los primeros casos notables de piratería en el cine, debido a que Thomas Alva Edison realizó muchas copias ilegales de la cinta cuando llegó a Estados Unidos.
Las reglas de edición más avanzadas vendrían de parte de Edwin S. Porter, sobre todo en su cortometraje The life of an american fireman (1903). El director encontró muchas escenas sobre bomberos e incendiso filmadas con anterioridad por Thomas Alva Edison, así que decidió utilizarlas para crear su propia película. Esta idea es totalmente innovadora, ya que significa que el significado de cada toma o escena no está implícito, y puede variar depende del contexto, o de que imágenes la rodeemos.
En esta película los cortes no son utilizados meramente como un cambio de escenario, o como indicador de que la acción dentro de ese lugar había terminado, más bien trata de darnos información segmentada. Cada toma es una parte significativamente, y Porter introdujo la idea de que no es necesario mostrar todo lo que sucede en la historia, si no solamente los fragmentos significativos. De esta manera creó los rudimentos de los principios de edición que siguen utilizándose hasta la fecha.
Algo que no debemos pasar por alto es que en este momento es cuando surge el cine como un medio de expresión diferente. Hasta cierto punto, el cine anterior podría reemplazarse fácilmente por una fotografía (en el caso de los hermanos Lumière) o por una obra de teatro (en el caso de Mélliès) sin perder mucha información significativa. Sin embargo, la edición inventada por Porter es exclusiva del cine, por lo que se consolida como un ente individual y diferenciable.
El siguiente avance importante fue introducido por D. W. Griffith, quien utilizó los cortes como medio para aumentar la tensión dramática. Griffith dividía la acción en pedazos no para continuar con el movimiento, como Porter, si no para guiarnos como espectadores. Logra acrecentar la tensión intercalando pequeños detalles que nos envuelven en una especie de realidad simulada, y el efecto dramático es mucho mayor que simplemente mostrar las cosas como en una obra de teatro. En The birth of a nation (1915), Griffith describe el asesinato del presidente Lincoln mediante pequeños detalles e historias paralelas de diferentes personajes, ocultándonos información y proporcionándola siempre en función del drama. La pregunta primordial es: ¿Qué necesito que vea la audiencia? La edición sirve como una guía que nos va llevando de la mano hacia la conclusión emocional que desea el director.
El siguiente hito en la historia del cine vendría con Eisenstein, quien descubre que además de la fragmentación de la acción propuesta por Griffith, cada toma podría tener una carga significativa adicional a la acción descrita por ella. Su filme Bronenósets Potyomkin (1925), en una de las escenas más famosas de la historia, muestra cómo los cosacos hieren a una madre, cuyo bebé en carreola baja saltando por las escaleras entre la masacre. Aunque la acción pudo haber sido descrita con una sola toma, la fragmentación aquí no trabaja en función de la acción, si no del significado.
Los directores antes mencionados terminaron por consolidar el cine como un lenguaje de expresión visual con características propias. Los siguientes avances, como son el sonido, el color, la pantalla ancha (widescreen) y los efectos creados por computadora, no son más que añadidos menores. Quizá el avance más importante de fechas recientes sea la narrativa no lineal, que ha sido explotada por diversos directores desde los años sesentas, que no fue considerado por Kracauer, Einsestein o Reisz y Millar, por ejemplo.
Haciendo referencia a lo que dije en un principio, la realidad aplastante del cine vino a dar al traste con un género considerado en un tiempo como la máxima expresión de las artes: La ópera. Curiosamente, la última gran ópera, Turandot (1923) de Puccini, fue estrenada por las mismas fechas que la película que consagró al cine como expresión autónoma (Bronenósets Potyomkin).
Quizá la innumerable cantidad de detalles que surgen de lo cotidiano con el cine, o lo que el plasmarlo en celuloide nos hace ver, transformó a la ópera en una pantomima lamentable. Los intentos de mezclar el cine con la ópera han sido nada más que lamentables. Incluso la ópera es un medio que no es autónomo, es un subordinado de la música, la poesía y el teatro. Ahora las salas de cine son las que se llenan a reventar, los estrenos taquilleros son quienes crean las frases memorables y las estrellas de cine dominan el imaginario de la gente de todo el mundo. La estafeta ha sido entregada.
Bibliografía
Feldman, Simón (1998). La realización cinematográfica. México; Editorial Gedisa. Reisz, Karel y Millar, Gavin (1968). The technique of film editing, second edition. Inglaterra; Focal Press. Kracauer, Siegfried (1960). Teoría del cine. España; Paidós. Einsestein, Sergei (1974). El sentido del cine. México; Siglo veintiuno editores, s.a. de c.v. Traducción de Norah Lacoste. "La première séance publique payante", Institut Lumière, <http://www.institut-lumiere.org/francais/films/1seance/accueil.html>.