Resulta de un gran interés el leer este libro de Daniel Cosío Villegas a aproximadamente treinta años de su publicación. El territorio y costumbres mexicanos siempre son temas interesantísimos, y no es ninguna sorpresa que algunas grandes obras del país se encarguen de hablar de éste. Sin embargo, treinta años son mucho tiempo, y algunas partes de este libro han quedado obsoletas.
Sin duda el segmento más valioso del libro, para mí, ha sido la excelente síntesis de la historia política mexicana desde los inicios del país hasta la formación del partido oficial. Es sumamente interesante ver la perspectiva histórica que nos proporciona esta revisión en vista del largo gobierno del PRI, y la comprensión de sus peculiares costumbres y tradiciones. No puedo dejar de pensar en los cartones de Abel Quezada que satirizaban despiadadamente a los diputados, al tapadismo, al dedazo y hasta al presidente.
Pero la perspectiva que me ofrece el vivir en el siglo XXI me da una clara ventaja sobre el autor: Sé de cierto lo que él tan solo especulaba. Los que me parecen los capítulos más débiles son las especulaciones. No viví los años setenta como para ofrecer una visión personal de la política en aquellos tiempos, y creo que el autor erró en sus visiones a futuro.
Entonces, el reinado del PRI parecía infinito, no se veía fin al sistema perfecto de dedazo y sucesión presidencial. Las cámaras estaban dominada por el PRI y el presidente era el rey.
Los ochentas comenzaron a pintar un panorama un tanto diferente. El partido oficial comenzó a perder fuerza, los graves problemas económicos del país por su mala administración causaron un sentimiento de inconformidad tal dentro de la población, que perdieron las elecciones en 1988, pero debido a una desafortunada falla técnica, la recuperaron con Carlos Salinas de Gortari. El asesinato de Luis Donaldo Colosio y la devaluación de 1994 fueron tan solo dos eventos que moldearon la vida del país de manera que para el 2000, el PAN ganaba las elecciones presidenciales, evento que Daniel Cosío Villegas no tenía forma de ver llegar.
La historia política de México después del PAN es harina de otro costal. Los partidos políticos sufrieron reconfiguraciones drásticas y los ejes de poder cambiaron de posición. El poder del presidente se ha reducido considerablemente y el dedazo ha sido fuertemente cuestionado. Se duda incluso que todavía exista como tal.
No puedo dejar de sentir que el libro “Sistema político mexicano” carece de análisis más profundos, y no puedo dejar de achacar esta sensación a la reciente lectura de Sor Juana Inés de la Cruz, o Las trampas de la fe, de Octavio Paz, en donde, en su introducción, se plantea una comprensión social de la Nueva España desde su surgimiento, hasta la época de Sor Juana, para comprender su contexto. Pero como bien plantea el autor Daniel Cosío Villegas: México no es cuna de grandes escritores políticos.
Aún así, a todos nos ha quedado claro que los problemas políticos de México no hicieron más que comenzar con la alternancia en el poder. Queda mucho camino por recorrer.
Donde publico lo que me dejan en la escuela para tener una motivación real para hacerlo.
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sábado, 13 de septiembre de 2008
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